Volumen extraño y cándidamente desparejo. Valiente propuesta, sin embargo. De esos libros que me convencen –una vez más– de que hay una revolución literaria inminente cuyo olor, cuyo ruido –basta estar atento– llegan hasta nuestras podridas ventanas del día a día. Una revolución vinculada estrechamente al business model de las editoriales, al libro electrónico, a la autoedición, a ese nuevo tipo de texto (en el marco de una tipología textual) que constituyen muchas entradas de blogs, al hecho trivial de que es insoportable que cueste tanto publicar cuentos porque no venden y se publiquen tantas novelas de mierda por el indiscutible argumento de que esas sí venden y ni hablemos de prosa o poesía, señor, que en casa malas palabras no.
El autor nos cuenta que este libro es parte del Proyecto Nocilla, el cual "responde al intento de trasladar ciertos aspectos de la poesía postpoética, que en su día teoricé, al ámbito de la narrativa". Yo, que tengo una formación científica estricta y que a las teorías de corte literario las suelo tratar con una desconfianza extrema y sumamente cordial, pienso que los textos de Fernández Mallo están bien y corresponden sin esfuerzo, como una voluntad que se expresa de manera orgánica, a un blog.
Collage denso y policromo, bien escrito, de esas perlitas que me hacen creer que tal vez, con un poco de suerte, si la revolución está realmente cerca, la literatura se salvará.
– o O o –
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