L'espion du président / Au coeur de la police politique de Sarkozy

Prototipo de libro que leo con fascinación, sin parar, marcador y pluma en mano, subrayándolo, anotándolo sin piedad, hasta que lo termino una madrugada cualquiera.

Esta perla de periodismo de investigación explica con un detalle envidiable el legado de Sarkozy a nivel de servicios de inteligencia en Francia. Todo comienza con la gran idea: crear un FBI a la francesa. No hay que olvidar que Sarkozy es nuestro cowboy nacional. Todo sigue con el gran discurso: la histórica separación entre la Direction Centrale des Renseignements Généraux (RG, Dirección central de inteligencia) y la Direction de la Surveillance du Territoire (DST, Dirección de la vigilancia del territorio) no tiene sentido. Ergo hay que fusionarlas para crear la Direction Centrale du Renseignement Intérieur (DCRI, Dirección central de inteligencia interior).
Y, a fin de cuentas, lo que hay detrás es humano demasiado humano: la ocasión perfecta para Sarko de sacarse a Yves Bertrand de encima (ave oscura odiada por nuestro benemérito presidente, jefe de los RG durante doce años) y propulsar a Bernard Squarcini, su gran amigo gran.

Por supuesto que lo logra. Pero la cocina es tan innoble que hasta los propios agentes que han jurado lealtad a la patria (y que deben vivir a la sombra del top secret), aceptan hablar con los periodistas para librarse a una curiosa psicoterapia mediática.

El presupuesto de la DCRI no ha hecho otra cosa que ir en aumento. Sus gadgets superan cualquier película o libro de espionaje. A las clásicas técnicas de pinchado de teléfonos y computadoras se le agregan joyitas como:
  1. la capacidad de acceder a cualquier computadora conectada a Internet para hacer una copia de su disco duro.
  2. la capacidad de pinchar un teléfono celular que, aunque esté apagado, deja trazas cuando se cruza con cámaras de vigilancia públicas y privadas: además de la geolocalización, les basta luego mirar los registros de seguridad para ver las compañías del pinchado.

Como es evidente, tienen infiltrado a medio pueblo, en particular a la prensa, que es su principal enemigo desde que Sarkozy llegó al poder. Y ese es el gran problema que muestra este libro: Squarcini está al servicio de Sarkozy, lo cual convierte la DCRI en un pelele que se moviliza, por ejemplo, para vigilar a los periodistas y averiguar quién lanzó un rumor sobre los problemas de la pareja Sarkozy-Bruni. La otra característica es la de haber convertido los servicios en una maquinaria burocrática lenta como pocas, que prefiere el trabajo de oficina antes que ir a tantear el terreno.

Este muy buen libro explica cómo los problemas internos generados por un servicio a los pies de Sarkozy han minado la eficacia de la DCRI. Basta observar lo que sucedió en Toulouse hace pocos días. Al pibe lo tenían fichado, sabían que había ido a entrenarse como "terrorista", que era un peligro. Lo habían pinchado, investigado, seguido, citado a declarar. Luego lo perdieron de vista como si fuera uno más, cuando hay, como mucho, una veintena de perfiles así en Francia. Ahora Squarcini y sus secuaces están remando en los medios para explicar que era imposible vigilar día y noche a Mohamed Merah. Citan solemnemente el Estado de Derecho, la privacidad de todo ciudadano, la necesidad de tener el aval de un Juez... Luego de leer este libro cuesta no pensar una sola cosa: qué hijos de puta.

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Javier CoutoJavier Couto (Montevideo, 1974) es narrador. En 2010 obtuvo una mención de honor por Voces (cuentos) en el XVII Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental”. Su novela Thot fue finalista del Premio Minotauro 2013 (Editorial Planeta). En 2014 obtuvo una mención de honor con su libro de cuentos Del otro lado, en el Concurso Literario Juan Carlos Onetti 2014 y la primera mención en el Concurso Internacional de cuentos Julio Cortázar.

2 comentarios:

sokon m dijo...

Esto "la capacidad de acceder a cualquier computadora conectada a Internet para hacer una copia de su disco duro." ¿se puede hacer? Ya nomás fijate que si tenés un firewall configurado debería complicárseles, no? Te la llevo que aunque tengas un fs encriptado te lo desencripten al toque. Pero tendrías que darte cuenta que te están comiendo el ancho de banda. Y si no, ¿harían un copiado incremental? Haciendo un hash de los archivos de tu disco o algo así? Además tendrían que tener algo así como una base de datos de todos los posibles discos y configuraciones (y de como entrarles) y gente, muchísima gente, metiendo horas en esto. Mandate un reality check de esto, ¿qué tan posible es? (O mejor dicho, cuánto cuesta). Y yo que pensaba que Person of interest era una chotada...

Javier Couto dijo...

Recursos les sobran y su presupuesto no ha hecho sino aumentar con los años pese a la crisis. Asumo que trabajan a bajo nivel y que, además, aprovechan los backdoors tanto a nivel de software como de hardware. La DCRI tiene un equipo de hackers de punta trabajando en contraespionaje.