Cenizas. Horacio Cavallo

Fiel a esta bitácora, consigno aquí lo que anoté en su blog. Un par de noches atrás leí el cuento Cenizas, de Horacio Cavallo. Hará un año que comencé a interesarme por la producción literaria joven en Uruguay. En este tiempo he cruzado algunos autores interesantes (que he comentado aquí) pero siempre me quedaba un pero (fuera la historia, los errores de estilo o ciertas jugarretas –palabra horrible como pocas– que el narrador le imponía al lector a fin de crear artificialmente una tensión).

Que sobrevaloro el estilo no es novedad. Que hacía tiempo que no descubría un cuento tan bien escrito tampoco es novedad ahora. Además del estilo (evocar Las fases de Severo es inevitable), le agradezco a Cavallo que haya escrito un cuento y no un relato o un pseudo relato de esos que pueblan antologías y concursos literarios, panfletos en los que el narrador en vez de contar se pone a otear –es el verbo que cabe a estos narradores– el horizonte con aire pensativo y a razonar la historia. Punto común con Schweblin, la mejor cuentista joven argentina, para mi gusto y modesto conocimiento.

Suena Gainsbourg (La ballade de Johnny Jane), Lutecia duerme y DSK también pero a la sombra. Hey, Johnny Jane, toi qui traînes tes baskets et tes yeux candides...

– o O o –
Javier CoutoJavier Couto (Montevideo, 1974) es narrador. En 2010 obtuvo una mención de honor por Voces (cuentos) en el XVII Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental”. Su novela Thot fue finalista del Premio Minotauro 2013 (Editorial Planeta). En 2014 obtuvo una mención de honor con su libro de cuentos Del otro lado, en el Concurso Literario Juan Carlos Onetti 2014 y la primera mención en el Concurso Internacional de cuentos Julio Cortázar.

7 comentarios:

sokon m dijo...

el malo: el cuento es algo a caballo entre la fuga de logan y zoilen verde. lo único menos original es un episodio de los simpsons

el bueno: no se si está bien escrito o mal escrito, pero el ritmo me hace acordar a como escribís vos.

el feo: activá el otro blog y comentá algo de strauss kahn :-)

Javier Couto dijo...

malo el malo, para mi gusto la componente fantástica del cuento está diluida, como acuarelosa, y por suerte no hay ninguna explicación, no?

ejemplos de situaciones que me habrían hecho abandonar el cuento:

-que el narrador usara la técnica del después-te-lo-digo (en el primer párrafo nos dice algo así como: "pero nadie podía dejar de pensar en lo que le sucedería a papá esa misma tarde"; truquito que repite hasta el aburrimiento)
-que el narrador se pusiera a razonar frente a la componente fantástica:
->"nadie sabe de dónde viene la costumbre, pero..."
->"el sistema de engranajes no era como antes, aunque..."
->"corren rumores de que todo empezó cuando..."

está realmente *muy* bien (encontré sólo una conjunción "sino" en lugar de un "si no", y en lo personal, cambiaría el adjetivo "significativas" por otro, tiene demasiadas íes, suena mal y enlentece una frase que necesita una carga de nostalgia)

con respecto a DSK, está liquidado, murmurando en su celda: si arrastré por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser... además de que la Bruni está embarazada (un timing realmente macabro), así que ahí vamos, cuesta abajo...

QED cerró pero en La raza pampa hay foto de un nuevo integrante

Horacio Cavallo dijo...

Me interesa mucho el estilo. Intento que la prosa sea atractiva, naturalmente, que vaya apareciendo con el tono que pide el texto. Claro, pocas veces lo consigo. En este caso, en el cuento Cenizas, creo que conseguí una prosa interesante y una idea medianamente atractiva, sin querer hacer maravillas, ya que solo me propongo escribir lo mejor posible, pero conozco mis limitaciones y tengo muy poco tiempo para hacerlo ya que trabajo diez horas diarias vendiendo repuestos de autos. Agradezco mucho el tratamiento, el interés.

Zeta dijo...

Respetuosamente Horacio: si le parece que tan pocas veces logra lo que busca, ¿por qué no sigue trabajando los textos?
Más allá de esa duda, le pido algo: no deje nunca de escribir. Esas ganas que transmite, esa búsqueda del momento para escribir entre los horarios impuestos es lo más lindo que puede dar la literatura. Hoy creo que la literatura debe servir para canalizar la pasión de quien escribe. Para vivir con pasión. Para hacer algo con pasión.
Mañana ya vendré a decir otras cosas.

Javier Couto dijo...

Bienvenido, Horacio. Conozco muy bien el ambiente en el que laburás porque mi viejo estuvo muy vinculado a él. Me consta que no es el más propicio para discurrir sobre literatura. Y lo del tiempo libre a causa del trabajo es un verdadero problema (hace días que quiero postear este comentario, por ejemplo). Con respecto a que te interese el estilo, es algo que aprecio muchísimo y que -supongo- debe estar vinculado con el hecho de que además escribís poesía. Poco importan -creo- los argumentos que dicen -casi justificadamente- que el estilo se pierde en una traducción. Depende de quien traduzca, por supuesto, pero es cierto también que la mayoría de los franceses me harta afirmando que Borges escribía muy fácil. Sin embargo las traducciones de Cortázar al francés mantienen el ritmo y le cuestan a más de uno.

Zeta, qué gusto verlo por acá. Me comentaron que varios escritores anduvieron de copas en algún antro montevideano. Creo que cuando Horacio dice que pocas veces lo logra es una manera de expresar un sano rigor. Interesante lo de la pasión. Desarrolle más, no sea así, y vuelva cuando quiera. Pero vuelva.

Horacio Cavallo dijo...

No, no sé, estimado Zeta, si pocas veces (no podría dejar de escribir). Pero seguro que no tantas como me gustaría. Creo que de cualquier manera el problema no está necesariamente en el trabajo de los textos si no en la experiencia adquirida, en el momento en el que una idea nos parece aceptable y nos sentamos a escribirla y algo (adentro de uno, bien adentro) va cerrando. No hablo necesariamente de inspiración pero tengo claro que no está en el trabajo de los textos lo que busco, sino en una voz determinada, en una manera (incluso diferente) de encarar cada texto con la mayor precisión. Sin dudas que vivir de la literatura es lo pero que te puede pasar, y coincido, sí, en que los domingos, en mi caso, son lo más lindo que me da la literatura. gracias.

Horacio Cavallo dijo...

disculpas jahey, no te había visto. che, que avisen esos escritores del antro montevideano, que no hay nada más rico que tomarse unas grapitas entre amigos.
lo del estilo puede ser que venga por ahí. no soy conciente, pero es probable. incluso la poesía que escribo por lo general es cuadradita, por eso de que predominen las formas, y eso me gusta más, y me resulta mejor, que largarme a un verso libre. salud,y un gusto.