La perla y otros cuentos. Yukio Mishima

En literatura, los japoneses de lejos y en cuentagotas. Salvo en poesía, se entiende. De este volumen de cuentos (que incluye una pieza de teatro, Dojoji), rescato dos en particular.

Muerte en el estío, que es una nouvelle y la mejor pieza del conjunto, por lejos, cuenta una historia morbosa que tiene un final perfecto. Una familia burguesa del japón de mediados del siglo XX. Una tragedia. Una trama impecablemente sostenida. Sí, lo sé, el ritmo de Mishima no es el ritmo de hoy, y además los párrafos muy descriptivos me resultan, en general, narcolépticos. Pero el hombre lo hace bien.

Los siete puentes es un relato liviano que describe las costumbres de la sociedad japonesa de la misma época que el cuento anterior. Lo leí más por curiosidad de filólogo que otra cosa. El final es fantástico, lo cual no es necesariamente un elogio.

Por el contrario, La perla, que, si algo entiendo de marketing literario, sería el mejor según la editorial, me pareció una tontería.

– o O o –
Javier CoutoJavier Couto (Montevideo, 1974) es narrador. En 2010 obtuvo una mención de honor por Voces (cuentos) en el XVII Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental”. Su novela Thot fue finalista del Premio Minotauro 2013 (Editorial Planeta). En 2014 obtuvo una mención de honor con su libro de cuentos Del otro lado, en el Concurso Literario Juan Carlos Onetti 2014 y la primera mención en el Concurso Internacional de cuentos Julio Cortázar.

4 comentarios:

Rodia dijo...

fua, yukio mishima, qué autor que no me dice nada. Y además no me gusta.

Aguanta, Kawabata, bo!
Los de Mishima sooon...

perdón

Javier Couto dijo...

Amarilla.

sokon m dijo...

Jojo. Lo leí hace años. Tiene un cuento que se llama Patriotismo, no? Kimitake filmó un corto, protagonizado por él, malísimo, sobre ese mismo cuento. La Perla es divertido! ¿Quién se comió la perla? Eh? Quién se la comió? :-)

Lo más interesante de la colección es como van apareciendo los fetiches de Mishima. La obra de teatro es la del tipo que se enamora de un actor de Noh bellísimo. El de muerte en estío y el otro, el del soldado que se suicida, son notables también en cuanto a la muerte trágica a Mishima lo excitaban, lo conmocionaban.

Ideal para leer una mañana helada y resplandeciente. Esperando un ómnibus.

Ah, no hay uno de un sacerdote y una cortesana? Ese también me gustó.

Javier Couto dijo...

Exacto, tiene Patriotismo, y todos los fetiches de Mishima se repiten página tras página. ¿No hay en las costumbres japonesas algo muy infantil, sokon?

El del sacerdote fue traducido como "El sacerdote y su amor", no pude terminarlo, demasiado lento.