Majfud tiene una propuesta. Se puede estar o no de acuerdo, ese es otro tema, pero Majfud honra el diálogo en algo que me hace acordar a los tantos amigos árabes que tengo. Escribe extensos artículos que atraen las hordas que lo vienen a buscar porque eso-no-se-hace. Margaritas a los chanchos u oda saturada de lírica ante un fenómeno que se resuelve en tres líneas, una vez más, eso se discute.
Por una carambola inesperada me encontré un apunte de 2003 sobre su primera novela. Estaría apurado porque anoté: Largo de explicar. Me resultó una buena experiencia. Y estaría apurado porque, curiosamente, mi recuerdo de la novela es la de un clima sumamente opresivo que no le envidia nada al Túnel de Sabato. Cierto, Majfud es un constante chapeau bas l'artiste en dirección de Sabato. Pero nada lo obligaba a escribir algunos párrafos sinceramente asfixiantes. En mi recuerdo la novela tenía algún problema de estructura también, pero me fascinaba el juego que Majfud hacía con el tiempo narrativo.
Majfud ha publicado algunos buenos cuentos y ensayos en Letralia y el Proyecto Sherezade. El primer cuento que leí de él fue en este último sitio. Me pareció muy bien logrado. Se titula Todo el peso de la ley. Hace tiempo que no leo nada de este tacuaremboense y ni idea de en qué anda.
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