Pese a sokon, lo leí en total desacuerdo de la primera a la última página. Houellebecq destila un romanticismo molesto en cada página y sobrevalora de manera imperdonable a Lovecraft, quien me sigue pareciendo un autor menor. Releí Dagón para confirmarlo.
– o O o –
1 comentario:
Jaaaaaajajajajja.
Es una sobrevaloración religiosa, evidentemente. :-)
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