Con Neruda muerto es fácil: El cartero de Neruda. Antonio Skármeta

Ahora que está de moda hablar de las cincuenta sombras de un Grey que no es el de Onetti (el "shades" debería haberse traducido por "tonos" o "matices", pero bueno), ahora que leo la graciosa entrevista que le hace el Nouvel Observateur a su autora e-ele-james, donde, además de su mal carácter, la buena mujer exhibe sus inconsistencias, ahora que los Stones dejan la garganta en su Brown Sugar mientras veo a los colegiales ganar la rue Brillat Savarin camino a casa, ahora mismo me formulo la pregunta: ¿para qué?

No lo sé, tenía un largo trayecto ida y vuelta de metro, tren y bus, y estoy estrenando el Kobo Glo, así que, tal vez para mesurar ciertos comentarios de Bolaño, elegí El cartero de Neruda de Skármeta y lo leí como quien come pochoclo, murmura un refrán barato o termina insulsamente un plato de arroz.

El libro es un bodrio y, como tal, ha sido felicidad de imprentas y salas de cine. Algunas descripciones de encuentros sexuales son el colmo del floripondio. Siempre es difícil abordarlas, pero no siempre es necesario. Skármeta, que hace hablar a Neruda de una manera que lo hace merecedor de empalamiento en plaza pública, ignora este sabio matiz. Anoté un ejemplo de una escenita muy tonta con un huevo (tonta por irreal, tonta porque, en el estado en que están esos muchachos, la situación es inverosímil). Un breve extracto, preludiado por varios párrafos de similar alcurnia:

Mario supo en ese mismo instante, que la erección con tanta fidelidad sostenida durante meses era una pequeña colina en comparación con la cordillera que emergía desde su pubis, con el volcán de nada metafórica lava que comenzaba a desenfrenar su sangre, a turbarle la mirada, y a transformar hasta su saliva en una especie de esperma. Beatriz le indicó que se arrodillara. Aunque el suelo era de tosca madera, le pareció una principesca alfombra, cuando la chica casi levitó hacia él y se puso a su lado.

Dos adolescentes en celo que se encuentran furtivamente luego de meses de buscarse y el narrador, además de hacerlos jugar tontamente con un huevo, se permite el comentario sobre el suelo, al que trata de "principesca alfombra" y, tal vez por un inconsciente  y aladinesco juego de asociaciones, hace "casi levitar" a la muchacha. No sé qué adolescencia vivió Skármeta, pero traed la picota ya mismo.

Además de las varias falencias de esta salsa un poco a la Isabel Allende, hay dos indicadores que muestran la impericia del narrador construido por Skármeta: en un gesto ejemplarmente anti Cyrano, la escena en la que Mario conquista a la muchacha no es narrada sino observada desde lejos (luego hay una suerte de flashback que se sostiene estrictamente en la poesía de Neruda). El otro indicador es que el personaje de Neruda, para conveniencia de la historia, se convierte súbitamente, sin que el lector entienda muy bien por qué, en gran amigo y soporte del protagonista de la novela.

Una pedrada a evitar.

What a drag it is getting old, canta ahora Jagger, que ayer estuvo agitando sus 69 años en el Trabendo mientras yo perdía el tiempo con Skármeta.

– o O o –
Javier CoutoJavier Couto (Montevideo, 1974) es narrador. En 2010 obtuvo una mención de honor por Voces (cuentos) en el XVII Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental”. Su novela Thot fue finalista del Premio Minotauro 2013 (Editorial Planeta). En 2014 obtuvo una mención de honor con su libro de cuentos Del otro lado, en el Concurso Literario Juan Carlos Onetti 2014 y la primera mención en el Concurso Internacional de cuentos Julio Cortázar.

2 comentarios:

e. r. dijo...

Hey, qué feo el párrafo que copiaste! Es el libro en que está basada la película, no? (qué linda actriz, por cierto!)
Solo llegué a leer un par de notas de Skármeta, muy muy feas. Siempre me cruzo con ese libro y me da un poco de alergia, prejuiciosa. Pero luego de tu comentario es posible qeu quizá alguna vez lo lea.
Esas experiencias lectoras son bastante constructivas!
Saludos

Javier Couto dijo...

Exactamente, es ese mismo libro (no vi la película). Y mirá que no sólo el fragmento que copié es malo...