Curioso intercambio entre el maestro y un Benedetti que comenzaba dudando bastante de sus propios cuentos (Onetti no le facilita la tarea tampoco). La ironía como al descuido de Onetti merece un elogio. No tanto así una cierta condescendencia con la que amistosamente cachetea a quien alguna vez escribió un obituario con hurras. Se tratan invariablemente de usted y las estaturas de cada uno son por demás evidentes.
Lo que más me resulta interesante, en los intercambios de este tipo, es ver cómo un artista como Onetti o un escritor como Benedetti –que llegó a ser aplaudido a cuatro manos por Shiva y a coleccionar reconocimientos variopintos– sufren la mediocridad del mundo en el que deben moverse. Fatigado, confiesa Benedetti en un momento:
Recuerdo a Majfud usando esta declaración cuando contaba cómo logró publicar su primera novela.
Llevo 7 libros publicados y humildemente debo confesar que estoy podrido de costear mis ediciones.
Recuerdo a Majfud usando esta declaración cuando contaba cómo logró publicar su primera novela.
En otro momento, animado, Benedetti apunta:
Se refiere al concurso de la revista Número, cuyo primer premio ganó –ex aequo– nada menos que Omar Prego Gadea. Y de fondo, como un falsete, suena la voz de Onetti que habla de Los adioses mencionándola novelita (!).
¿Qué le parece el Concurso de Cuentos? Si encuentra bastante regularcitos los premiados, imagínese cómo serían los otros. Brrrrr. Algo traté de explicar en la nota de introducción pero no se podía decir todo.
Se refiere al concurso de la revista Número, cuyo primer premio ganó –ex aequo– nada menos que Omar Prego Gadea. Y de fondo, como un falsete, suena la voz de Onetti que habla de Los adioses mencionándola novelita (!).
Lo que hay que leer. Salud, viejo.
– o O o –
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