Leo un poco con desgano esta serie de acusaciones que el fachísimo Madiran atribuye a Le Monde. Publicado en 1997, el militante de extrema derecha Jean Madiran se ensaña particularmente con Jean-Marie Colombani, que fue director del famoso diario durante más de una década.
Se sabe antes de abrir el libro: Madiran ha sufrido los peores calvarios y la culpa es, invariablemente, de la izquierda hegemónica, de la dictadura del pensamiento único, de los rojos todos.
Y este ferviente católico, colabó, lepenista y tribuno de cuarto rango, declina su odio y rencor en trece breves muestras de supuestas falsificaciones (faux) realizadas por Le Monde. No confío ciegamente en un periódico que consulto unas veinte veces al día: son especialistas, por ejemplo, en hacer decir a Fidel Castro lo que nunca dice, lo cual es una necesidad para la izquierda políticamente correcta. Pero menos confío en alguien como Madiran, quien hasta se permite -pero cómo no iba a ser así- emplear el adjetivo courtelinesque, como si el gran Courteline –salve, maestro– fuera mala palabra.
Un libro pueril, odioso, plagado de bajezas y temas menores, prescindible al punto en que se podría afirmar que hasta el fuego más infame merece algo mejor.
Leer (o escuchar) a alguien de extrema derecha siempre conlleva en mí un aspecto morboso, mezcla de vergüenza ajena y muchacho que asiste furtivamente al quilombo del pueblo. Este morbo nunca dura más de media hora, tiempo suficiente para cerrar el libro y pasar a otra cosa.
– o O o –
2 comentarios:
hago ruido con tu post en mi buzz
btw, viste el escánadalo del video fantasma de mujica y la transformación del soldado batllista washington abdala? un crack abdala
Tu buzz?
No vi nada de lo que decís, che. Desconecté absolutamente de la realidad uruguaya cuando vi el porcentaje que recibió el plebiscito del voto epistolar. Y ni hablemos del otro...
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