Interesante visión. Centrado en ciertos problemas recurrentes. Benedetti nombra autores y lugares pero no los relaciona con el personaje o la novela. Una cosa es decir que leía Crimen y castigo y otra cosa es relacionar los sentimientos de ese personaje a través de los otros (justo ese libro es pertinente). La intertextualidad (cf. Rayuela, por ejemplo) queda malograda.
Aburre un poco el modelo joyciano del personaje principal. Queda un tanto irreal. Algunos personajes no están logrados (la nieta del viejo con cáncer no puede hablar en esos términos). El estilo está un poco descuidado. Mucho tino con ciertas alegorías y pasajes con buen humor (fundamental)
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Terminado. Final posible, casi esperado. Interesante cómo queda el viejo, cómo sigue viviendo lo que él representa. En conclusión: el personaje principal no me cierra, piensa en ciertos términos y habla como una caricatura de sí mismo, se me ocurre que es un Jekyll-Hide del propio Benedetti; demasiado evidente y además poco creíble. Diálogos imposiblemente verídicos, diálogos caracol, ideas circulares.
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Sensación final: gusto un poco ambiguo. Como uruguayo: comprensión total y sentimiento (sensación) de camaradería. Demasiado ateísmo infantil, injustificado, visión de Dios-Papá muy precaria.
Pasaje lamentable cuando la nieta en el velorio le recuerda las cosas que dijo el abuelo sobre la muerte. Idea muy patética del recuerdo por parte de la nieta. Además de la cursilería de lo que dice.
Siento que en las partes en las que Benedetti da con el ritmo no encuentra las palabras; quedan espacios vacíos, buen ritmo pero camino entrecortado.
– o O o –
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