Hilarante. En este libro, Stéphane Guillon es hilarante. Admirador del gran Desproges (salve, monstruo inagotable), en cierta medida lo imita, pero en un tono menor. El libro es el compendio de los breves textos (dos minutos máximo) que leía al aire en el programa de radio Le fou du roi de Stéphane Bern (France Inter) entre 2003 y 2005. Son retratos. Los hay crueles, ácidos, violentos. Algunos, respetuosos. Los menos. Todos inteligentes. Brillantes. Hilarantes. Bref, un Desproges en una época en la que hacer lo que hacía Desproges equivaldría al ostracismo mediático y eventualmente a una condenación en justicia.
A Stéphane Guillon lo echaron de France Inter no hace mucho. Sus crónicas matinales (hilarantes también, pero sobre todo más maduras en el terreno político) molestaban al poder. Jean-Luc Hees (presidente de Radio France) y Philippe Val (director de France Inter, ex director de Charlie Hebdo y antiguo sesentayochardo que hacía un humor corrosivo junto a un viejo que terminó preso por degenerado) hicieron su trabajo de lustrabotas. Pero a Guillon lo va a callar la tumba. Como fue el caso de Coluche o de Desproges, o el de Thierry le Luron en un terreno más musical. Tipos así mantienen la llama.
– o O o –
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